Tenemos un problema con nuestras instituciones policiales, pero no le prestamos la atención adecuada. Aunque a veces parezca que los policías son una casta irremediablemente violenta, es posible que las continuas violaciones a derechos humanos se expliquen por un explosivo cóctel compuesto de falta de supervisión, entorno laboral tóxico, capacitación deficiente y pésimo diseño institucional. […]